16.11.08

La basura peligrosa es una amenaza desconocida para los consumidores
Sin control, 80% de residuos

Los ayuntamientos, responsables de la recolección doméstica, carecen de planes para confinar basura riesgosa; la Semarnat admite que falta infraestructura de disposición.
 
Las baterías, aunque no todas, están entre los principales generadores de residuos, que luego contaminan suelo y agua al terminar en vertederos. Foto: Giorgio Viera


16-Noviembre-08


Usted sabe que convive en casa de forma cotidiana con residuos riesgosos que se pueden transformar en un peligro para su vida? En realidad, la mayoría de los ciudadanos dará la misma respuesta: no.

Hay una idea aproximada de que un insecticida puede matar cucarachas o moscas y, por ende, dañar a los seres humanos o a sus mascotas. No se diga en cuanto a los venenos para ratas. Pero muy pocas personas son conscientes de que el gas de sus refrigeradores, el mercurio de sus lámparas ahorradoras de energía o de sus pilas (excepto las alcalinas), las sustancias químicas de sus artículos de limpieza o de sus perfumes, o los residuos de implementos médicos (vendas, gasas, jeringas) son potencialmente peligrosos y no deberían tratarse sin cuidado.


Y todo se va en la revoltura, con otra clase de desechos, a los tiraderos municipales, donde un buen volumen de estos residuos quedará enterrado, desatando procesos químicos o biológicos que a la larga incrementan la posibilidad de causar daños a seres humanos o al entorno ambiental.

Las estadísticas más confiables señalan que entre 3 y 5 por ciento de los residuos domésticos que recolectan los sistemas municipales son potencialmente peligrosos (ver listado anexo). Hasta ahora, no se separan ni se confinan aparte. Pero son muchas actividades económicas las que aumentan considerablemente la estadística. 

Cada año se generan, según datos de diversas organizaciones civiles, unas ocho millones de toneladas de residuos peligrosos en todo el país, es decir, entre 18 y 20 por ciento de la basura total. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señala que los generadores que tiene bajo control le reportaron ese volumen en cuatro años, es decir, de 2004 a 2007, lo que da cerca de dos millones de toneladas “controladas” por año. Jalisco aporta apenas poco más de 4 por ciento de ese volumen, pero parece evidente que es un subregistro.


La realidad es que “sólo 12 por ciento se controla adecuadamente; el problema es agravado por el hecho de que 90 por ciento del volumen se encuentra en estado líquido o semilíquido, lo que facilita su disposición clandestina”, señala elManual básico de residuos peligrosos en el hogar de la asociación Organi-k. En opinión de Dulce María García Bogarín, directora de gestión integral de residuos de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco (Semades), el control es un poco mayor, pero no alcanza 20 por ciento del total.

El delegado estatal de la Semarnat, José de Jesús Álvarez Carrillo, advierte que los grandes generadores de desechos peligrosos están registrados y reportan sus volúmenes a la dependencia; los residuos son posteriormente confinados en Mina, Nuevo León, o un nuevo vertedero especial enclavado en Guanajuato.

En el caso de los pequeños generadores, admite que muchos evaden el control y se depende de la denuncia ciudadana y el trabajo posterior de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa); en cuanto a los residuos peligrosos de casa, añade, es responsabilidad de los municipios separarlos y controlarlos.

“La nueva norma estatal ya prevé avanzar en ese sentido; nosotros pensamos que, como se trata de un volumen relativamente reducido, se podrán habilitar celdas o sitios de almacenamiento temporal, con programa de manejo previamente autorizado, y posteriormente entregarlo a los confinamientos de residuos peligrosos que tiene el país”, explica.

La directora de gestión de residuos de la Semades secunda la idea: “El problema de los residuos peligrosos domésticos queda en manos de los municipios, y éstos deberán realizar convenios con la Semarnat para que se den los manejos adecuados”. Pone en relieve que la separación primaria de basura, con el capítulo de desechos sanitarios, “busca ir preparando camino para separación de residuos peligrosos en casa”, aunque ya existe un programa estatal de acopio de pilas, pendiente de ser aprobado por la autoridad federal. “Las pilas de fabricación nacional ya no son peligrosas [ya no tienen mercurio], pero las pilas piratas son muy contaminantes, así como las de botón […] En un año hemos acopiado ocho toneladas y estamos a la espera de la autorización”, establece García Bogarín.

La experiencia cívica. Sofía Chávez, una ciudadana que trabaja un proceso de separación de basura en la colonia Seattle, refiere los problemas que enfrenta con los residuos peligrosos.

En especial, con las pilas: “Hay trabajos para hacer el acopio de baterías, pero son muy incipientes, de buenas intenciones; la Semarnat en su edificio puede acopiar 400 kilogramos al mes, que es lo que le regala la compañía que procesa pilas en León, Guanajuato, que es única en el país, pero cobra por recibirla, a 4,500 pesos la tonelada; es decir, 4.50 el kilo”.

Hay depósitos para dejar las pilas en algunos parabuses de la ciudad y en algunos centros de verificación de vehículos, “pero nadie sabe a ciencia cierta cómo funcionan, hay ausencia de información”.

Dice que el tema de basura riesgosa es tabú incluso para muchos funcionarios municipales: muchos “me dicen que no se puede hacer nada […] yo creo que este asunto no está en pañales: ni siquiera hemos nacido a él…”.

Añade: “En el caso del hogar, pocos saben lo que es un residuo peligroso, nadie tiene idea de cómo agarrar el toro por los cuernos; el empresario se lava las manos, en el gobierno pocos saben; el ciudadano menos, está desinformado”.

“Todos usan solventes, pinturas, sosa para lavado de escusados, insecticidas; son tan comunes que nadie los ve, no se sabe lo peligrosos que son […] Los ayuntamientos deben hacerse responsables de sus planes de manejo sobre desechos peligrosos y de manejo especial, pero además hay que internalizar los costos de su manejo en los precios de los productos, regular el mercado antes, para que no resulte lo que pasa ahora, que estamos a punto de tener que pagar por que se lleven algunos de los productos que separamos…”.

Por su parte, Maite Cortés, del Colectivo Ecologista de Jalisco, destaca la dificultad para un buen ciudadano de responsabilizarse de sus residuos peligrosos: “No hay quién reciba el residuo; si tú como ciudadano consciente quieres desechar aceites quemados, acetona, solventes, es muy difícil derivarlos, nadie los recibe, por eso se mandan revueltos al tiradero; se trata de algo muy complejo para el ciudadano de a pie”.

Agréguese a eso la ignorancia. “Por ejemplo, los focos ahorradores, las lámparas incandescentes, los termómetros; tienen mercurio y son muy contaminantes, pero no nos han informado de cómo desecharlos”.

Destaca que un ciudadano tampoco se puede poner a recolectar residuos peligrosos, porque dónde los va a poner en lo que se los llevan. “Ni modo que te guardes una bomba atómica”.

Todos éstos son de cuidado

Productos domésticos de limpieza

Polvos abrasivos

Aerosoles 

Limpiadores con amoniaco

Cloro

Destapacaños

Abrillantadores para muebles

Limpiacristales

Medicinas caducas

Limpiahornos

Betún para calzado

Abrillantador para plata

Quitamanchas

Limpiadores de inodoros

Limpiadores de moquetas y tapizados

Cuidado personal

Productos para ondular el pelo

Champús médicos

Quitaesmalte de uñas

Alcohol para frotaciones

Productos para automóvil

Anticongelante

Líquido para frenos y transmisión

Baterías

Diesel

Queroseno

Gasolina

Aceite residual

Productos de pintura

Pintura de esmalte, óleo, látex o de agua

Disolventes



Misceláneos

Pilas

Productos químicos para fotografía

Pesticidas

Insecticidas de jardín, matahormigas y matacucarachas

Fertilizantes químicos

Insecticidas para plantas domésticas

Desechos biológico-infecciosos

Aguas y jeringas desechables

Equipo de diálisis para atención médica en el hogar

Materiales de curación

Preservativos


Fuente: NAE 007/SEMADES

A viva voz

Sofía Chávez

Ciudadana que colabora con un programa de separación en la colonia Seattle

“Todos usan solventes, pinturas, sosa para lavado de escusados, insecticidas; son tan comunes que nadie los ve, no se sabe lo peligrosos que son”

Maite Cortés 

Colectivo Ecologista Jalisco

“No hay quién reciba el residuo; si tú, como ciudadano consciente, quieres desechar aceites quemados, acetona, solventes, es muy difícil derivarlos, nadie los recibe; es algo muy complejo para el ciudadano”.
  
 Guadalajara/Agustín del Castillo
 
 
  

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