27.9.09

Afectados ambientales elaboran plan de acción contra polución

Habitantes de 15 poblaciones se reunieron ayer para discutir problemas de carácter ambiental. M. FREYRIA

  • Rechazan Presa El Zapotillo en reunión regional

Representantes de 15 pueblos no permitirán proyectos que dañen su entorno, por lo que denunciarán problemas de salud a causa de la contaminación. El saneamiento del Santiago es una prioridad

GUADALAJARA, JALISCO.- Ya se conocen. Y si no se habían visto, al menos saben que el de al lado o el de enfrente también vive rodeado por aguas apestosas o jugos negros de basura, producto de los “vómitos” de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Por ello, en la cuarta Asamblea de Afectados Ambientales, que se realizó ayer, más de 50 personas de 15 pueblos distintos acordaron unirse contra la construcción de la Presa El Zapotillo y por la defensa de la cuenca del Río Santiago.

En El Salto, la “espuma” del Santiago generó rabia e impotencia en su población. Y con el tiempo, el enojo unió a la gente y la organizó. La historia se ha repetido en otros sitios. Unos primero, otros después, y finalmente la mayoría llega a la misma conclusión: “Ya basta de ser el retrete de la ciudad”.

El resumen de la reunión, que se realizó en la Ex Hacienda El Lazo, en Zapopan, fue que no permitirán que ninguna fuerza gubernamental o privada realice proyectos que dañen su entorno, que denunciarán los problemas de salud de cada sitio y que elaborarán un plan único de acción.

“No queremos que suceda lo mismo que en Temacapulín, que nos enteramos de lo que pasó (el Ayuntamiento de Cañadas de Obregón no aprobó el cambio de uso de suelo para la construcción de la cortina de 105 metros de la Presa El Zapotillo) por los medios. Tenemos que estar unidos y apoyarnos en todas las luchas”, dijo uno de los representantes de la localidad de Ixcatán, Zapopan.

Este encuentro es el último regional previo a la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, que se realizará en Chichicuahuautla, Veracruz, cerca de la comunidad La Gloria, donde viven sitiados por 150 granjas porcícolas –y donde se creía que surgió el virus A H1N1–, el próximo 7 y 8 de noviembre.

Agua sucia o migrar

En la Ex Hacienda El Lazo (Zapopan) cultivan nopalitos por aquí y por allá, “listos pa’ todos los mercados” de la metrópoli. ¿Cómo crecieron tan “sabrosos”? Con aguas que avientan los baños de distintas colonias de Zapopan y con residuos de una curtiduría, que corren por el Río Blanco.

La ruta del excremento es sencilla. Los más de cuatro millones de tapatíos le bajan al baño. Las descargas corren por el drenaje y caen a distintos ríos que desembocan al Santiago. Luego, a regar y a vender la cosecha en la ciudad.

Para el Ayuntamiento, la solución ha sido multar a los campesinos de esta localidad y de Paso de Guadalupe –donde hay hasta calabaza y jitomate–. Pero, “¿qué vamos a hacer?”, cuestiona Magdaleno Márquez, al pie de la carretera que lleva a la presa “Valentín Gómez Farías” (Agua Prieta). “Todos tienen que regar con aguas cochinas hasta sus propios alimentos, de ahí come la gente, es eso o morir. En estos pueblos no hay nada más de qué vivir. Y el agua no la contaminamos nosotros”.

En la Ex Hacienda El Lazo, el Río Grande hasta se podría decir que es una “chulada” en comparación a como está en El Salto. “El que sí viene espumoso es el Blanco, desde hace unos 15 años está enfermo. Y pues la gente vivía del mango (barranqueño) y la guayaba, pero se acabaron (los árboles), se hicieron pachichis todos”, dice Antonio Espinoza.

– ¿Se murieron cómo en Huaxtla (en este poblado los lixiviados de los basureros Picachos y Hasar’s afectaron los árboles)?

– Nombre, allá al menos quedan unos cuántos. Aquí todos se murieron.

Y así las cosas, intentaron una y otra opción hasta que el nopal agarró.

“Ése si aguanta poquito. Pero muchos sí se tuvieron que ir a Estados Unidos o a la ciudad cuando se secaron los árboles. ¿A qué se quedaban?”.

Lo “triste” es que “uno se llega a enfadar de nuestro México”, remata Magdaleno Márquez, quien ya vivió unos años “del otro lado”, donde constató que las aguas sí se pueden limpiar. “La cosa es que aquí no quieren (las plantas de tratamiento de la zona conurbada de Guadalajara tienen un retraso de más de 15 años)”.

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