31.5.10

EL DAÑO MEDIO AMBIENTAL....



El daño medioambiental en los ríos y los humedales artificiales

ESPAÑA (NOVOpress) – ¿Somos conscientes de la importancia del agua en el mundo y de la importancia de la biodiversidad?, ¿Somos conscientes de las carencias del acceso al agua potable y de las enfermedades y muertes que esto acarrea?

El agua dulce es el recurso renovable más importante, pero la humanidad está utilizándolo y contaminándolo más rápidamente de lo necesita para reponerse. Efectivamente, las aglomeraciones en las grandes ciudades, la mejora en la calidad de vida, el rápido desarrollo industrial, el incremento del turismo, las actividades de ocio, entre otras acciones, hacen que este escaso porcentaje se vaya reduciendo de forma natural y que su composición se vea notablemente alterada. Para agravar el problema, el ciclo hidrológico es cada vez menos previsible.

La contaminación de las aguas es uno de los factores más importante que rompe la armonía entre el hombre y su medio, no sólo de forma inmediata sino también a medio y a largo plazo; por tanto, la prevención y lucha contra dicha contaminación constituye actualmente una necesidad de importancia prioritaria.
Los problemas del agua se centran tanto en la calidad como en la cantidad. La comunidad debe conocer la importancia de la calidad de la misma y esa misma comunidad de encargarse de su cuidado y preservación.
Por este motivo principal, luchar contra la contaminación de los ríos es algo de vital importancia, no sólo para la protección del propio ambiente, sino de la fauna y de la vegetación que vive en ellos.

Merecer el río significa saber hacer uso de él, amarlo, amar a sus habitantes, su medio y fundamentalmente desear que nunca deje de ser lo que es hoy, para nuestros hijos y nuestros nietos; y actuar en consecuencia. Merecer el río significa educarse para adoptar una actitud que contribuya a mejorar las condiciones del mismo.

Los ríos, por su capacidad de arrastre y el movimiento de las aguas, son capaces de soportar mayor cantidad de contaminantes. Sin embargo, la presencia de tantos residuos domésticos, fertilizantes, pesticidas y desechos industriales altera la flora y fauna acuáticas. En las aguas no contaminadas existe cierto equilibrio entre los animales y los vegetales, que se rompe por la presencia de materiales extraños. Así, algunas especies desaparecen mientras que otras se reproducen en exceso. Además, las aguas adquieren una apariencia y olor desagradables. Los ríos constituyen la principal fuente de abastecimiento de agua potable de las poblaciones. Su contaminación limita la disponibilidad de este recurso imprescindible para la vida.

En todo el mundo se han construido en los últimos años numerosos humedales artificiales. Su uso está especialmente extendido en los Estados Unidos y en el norte de Europa, y se ensayan e investigan diferentes estructuras de humedales artificiales para conseguir los mejores resultados. Optimizarlos es importante, especialmente en zonas en que el suelo es caro y escaso con objeto de incrementar su eficiencia.
Estos sistemas sirven para mitigar la contaminación del agua en el ambiente, para depurar los afluentes de pequeños núcleos urbanos antes de que vayan a parar a los ríos, para tratar aguas residuales de industrias, de zonas mineras, o para reducir el impacto de la agricultura.

Son, además, una alternativa ecológica puesto que no requieren prácticamente energía para su funcionamiento, no producen residuos y al tener vegetación, pueden contribuir a reducir el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.
Se ha demostrado que los humedales artificiales pueden eliminar muchos de los contaminantes que hay en las aguas, como los patógenos de origen fecal, metales pesados, plaguicidas y fertilizantes de origen agrícola, ácidos volátiles y compuestos con azufre, responsables del mal olor de las aguas y, incluso, contaminantes emergentes como los fármacos.

¿Por qué utilizaría este sistema? Porqué los humedales artificiales actúan como filtros naturales. Ubicados entre la planta y los recursos acuáticos (ríos, lagos, lagunas), estos sistemas, además de no necesitar mantenimiento ni consumir energía eléctrica, cuestan menos que la cuarta parte de un sistema de tratamiento tradicional. Los humedales se construyen utilizando diferentes especies de plantas que abundan en la zona: totoras, repollitos de agua, camalotes o juncos.
Resulta evidente que la gravedad del problema abarca y compromete distintos sectores involucrados frente a los problemas que sufre un río que puede ofrecer todavía mejores posibilidades, de las que se aprovechan en estos momentos. Lo cierto es que, como en tantos otros casos, disponemos de un rico patrimonio y muy poco es lo que se hace por preservarlo. La lucha por el saneamiento es una batalla contra la corrupción, la burocracia, la incapacidad, la apatía y la mentira; es en definitiva una lucha emblemática contra el poder.

El agua es un don que la naturaleza ofreció a la vida y a cada uno de nosotros. El 70% de nuestro cuerpo está compuesto de agua. Por ser todo esto, el agua constituye una de las metáforas más significativas de lo Divino que está en nosotros y en el universo y de la sacralidad de toda la vida. ¿Cómo cuidarla y no luchar por ella?

Cristian Frers para Novopress España

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