4.7.11

CAABSA...

No soportan la pestilencia
El Occidental
3 de julio de 2011

Francisco Aguiar Barajas

Guadalajara, Jalisco.- El tufo y los malos olores se detectan un kilómetro a la redonda, el ambiente y las condiciones insalubres se perciben en casas, comercios, fábricas y accesos del Centro de Distribución donde Cabsa recibe los camiones recolectores de basura que traslada en enormes trailers al tiradero oficial.

Lo cierto es que quienes habitan en las cercanías de este foco de infección admiten con resignación tener que vivir entre enjambres de moscas, malos olores y el permanente riesgo de sufrir enfermedades gastrointestinales y de tipo respiratorio.

Ubicado sobre la avenida 18 de Marzo, el Centro de Distribución de Basura es objeto de señalamiento de parte de vecinos, comerciantes, amas de casa, trabajadores y personas que transitan por la zona.

María Guadalupe Rivas -dueña de una pequeña tienda de abarrotes-, muestra que todo lo que vende está cubierto con plástico; "me veo obligada a hacerlo, ante el acoso de moscas y bichos", nos dice mientras invita al reportero a mirar que lo mismo el pan, galletas y todo tipo de mercancías están protegidas de las moscas que proliferan en el área.

Asegura vivir dos calles atrás del centro de recolección y señala que por las noches en temporadas de calor, el hedor de la basura se hace insoportable y aunque dice no concordar con aquellos vecinos que aseguran se han adaptado a los malos olores; "no por lo menos conmigo", señala.

El trabajador de una fábrica que se ubica frente al Centro de Transferencia de Cabsa dice que dentro de las instalaciones no se perciben las moscas, no así los malos olores, "ya que a ratos, hasta dolor de cabeza te produce", explica poco antes de ingresar a su centro de trabajo.

Comenta que el problema para quienes habitan por el rumbo de la colonia Cruz del Sur y La Nogalera, donde se ubican las enormes instalaciones de la empresa procesadora de basura, se complica con el rastro de donde despiden malos olores a causa de los marranos que sacrifican; "ya no sabemos de dónde nos llegan la pestilencia", asegura.

Charcos de agua, lodo y basura se observa en los accesos al depósito y es que los camiones, dejan una "estela" de desechos, basura y líquidos de raros olores, que se confunden con alimentos, fruta y verduras en proceso de descomposición.

El dueño de un taller de soldadura y renta de plantas de luz explica que han intentado con éxito el retiro del Centro de Transferencia ya que "nadie nos hace caso, hemos enviado escritos a la Secretaría de Salud, a la Dirección Municipal de Ecología, al mismo Alcalde; sin embargo, nadie ha escuchado nuestras demandas, lo cierto es que estamos condenados a vivir entre malos olores y el riesgo de contraer enfermedades", señaló el hombre.

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