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La tortura sexual, una estrategia del Estado para generar miedo: Sáenz

Presentación del libro 'Atenco: 6 añ–os de impunidad, 6 años de resistencia', en Casa ITESO Clavigero. Foto Héctor Jesúœs Herná‡ndez.

Aníbal Vivar Galván.- A seis años de que fueron ignorados los derechos humanos, hasta la fecha, varias voces continúan exigiendo justicia y alzando la voz para recordar que la impunidad de los gobernantes, como el ex presidente Vicente Fox y el ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, no se olvida por el pueblo.
Atenco: seis años de impunidad, seis años de resistencia, libro presentado la tarde de este viernes en la casa ITESO Clavigero, fue creado de manera colectiva por quienes vivieron, de distintas maneras, la represión y los hechos violentos ocurridos los días 3 y 4 de mayo del año 2006 en el que se analizan, desde la parte académica, los aspectos psicosociales y la forma de romper y acabar con estos abusos.
La obra “manifiesta que si bien han sido seis años de impunidad, también han sido seis años de resistencia en los que han estado presentes las compañeras (denunciantes), la academia, los colectivos quienes han dado mucho apoyo”, afirmó Jacqueline Sáenz, abogada del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, quien recordó que este libro se compone de muchos de los trabajos presentados durante un foro realizado en el marco internacional de la no violencia contra las mujeres.
“Tratamos de señalar que la tortura sexual es una estrategia del Estado para generar miedo y para desmovilizar, que se tiene que poner un alto a estas prácticas porque son generalizadas, que no vienen de un policía o militar insubordinado sino que viene de una práctica que se avala y que por supuesto que se viene perpetuando a través de la impunidad”, dijo y agregó que además de los casos de Atenco también existen hechos similares en Chiapas.
En la presentación de esta obra estuvo presente Claudia Hernández, una de las 11 mujeres que denunciaron los abusos y la violencia sexual de las que fueron víctimas. Ella recordó, con voz entrecortada, que la lucha, además de buscar “rescatar lo que quedó de Atenco, también busca salvar nuestra dignidad un poco, porque sí nos la habían arrancado”, dijo y agregó que, como mujeres, buscarán no ser sólo víctimas sino un elemento importante para que no siga ocurriendo este tipo de abusos y violaciones.