La CEA, contra empresas de El Salto por verter desechos a colector pluvial
EL SALTO. Imagen tomada en octubre pasado de la descarga de aguas de una de las empresas hacia los ductos pluviales. ESPECIAL
- Tres compañías señaladas; prepara denuncias en lo penal y ambiental
Microcámaras revelan al menos cuatro puntos de descarga; la dependencia señala a “IMI Electronic”, “Salzgitter Mannesmann” y “Vimifos”
GUADALAJARA, JALISCO (07/DIC/2012).- La CEA es responsable de abastecer de agua a 35 empresas del corredor industrial de El Salto; sólo tres de ellas cuentan con una planta de tratamiento, aunque todas deberían tratar su líquido de residuo, ya sea que compren, renten equipo o, bien, paguen para que alguien más la limpie.
En estados como Guanajuato, Aguascalientes, Nuevo León, Chihuahua y San Luis Potosí, es la autoridad estatal quien se hace cargo del tratamiento del agua y del mantenimiento de las plantas que hay en municipios (descartando a las que operan empresas; ésas son privadas).
Tratar las aguas negras o residuales tiene como objetivo primordial recuperar los cuerpos de agua contaminados, y regresarles un estatus “cristalino”. En Jalisco; específicamente en el caso del Río Santiago, esto es totalmente posible, según la CEA, pero se requiere una gran cantidad de recursos, y además de la voluntad de las autoridades, el apoyo de empresas y ciudadanos para mantenerlos libres de descargas y basura.
Como ejemplos de esta posibilidad, la CEA cita los casos del Río Támesis, en Inglaterra, y el Río Tieté, en Brasil. Ambos, detalla, atraviesan procesos de saneamiento que hoy permiten constatar la presencia de peces, cuando hasta hace unos años eran “prácticamente drenajes”.
Formas de tratar el agua de saneamiento en Jalisco
Una revisión periódica a los ductos pluviales instalados en el corredor industrial de El Salto permitió detectar paso de agua, situación atípica en una fecha del año donde los episodios de lluvia son nulos. Por ello, la Comisión Estatal del Agua (CEA) arrojó microcámaras a los ductos para monitorearlos a detalle, lo que poco después verificó al menos cuatro puntos de descarga clandestina.
Tres empresas son las responsables. La dependencia estatal señala abiertamente a “IMI Electronic”, “Salzgitter Mannesmann” y “Vimifos”, como las que se conectaron al canal exclusivo para el paso de agua pluvial, lo que, de acuerdo con Héctor Castañeda Náñez, director de Cuencas y Sustentabilidad, es “completamente irregular”, por lo que a más tardar la semana entrante estarán levantando denuncias de consideración penal y ambiental contra quien resulte responsable.
En El Salto, un convenio signado con el Ayuntamiento da a la CEA el estatus de organismo operador. Por ello, la dependencia tiene autoridad para realizar los chequeos que ventilaron la irregularidad, y ayer efectuó un recorrido para ventilar las conexiones ilegales.
Durante los trabajos para demostrar la irregularidad, varios miembros de las empresas señaladas salieron para preguntar a la cuadrilla de trabajadores la razón por la que estaban perforando el suelo. El mensaje, en voz de Castañeda Náñez, “no es molestar a la industria”, pero sí dejar en claro que “quien se conecte (al canal de agua pluvial de la CEA) tendrá qué asumir las consecuencias”.
Verter los desechos residuales de las empresas va en detrimento de la vida útil del canal colector; según la autoridad, prácticamente le resta la mitad del tiempo. Por ello, de resolverse a su favor las denuncias interpuestas obligarán al responsable a reparar los daños tanto al concreto como a la infraestructura de la dependencia.
El problema no es nuevo. La CEA ha detectado que “prácticamente los 365 días del año se tiene descarga continua”, por lo que ayer por la tarde mostró las fotografías del interior, tomadas en octubre pasado, que corroboran las conexiones al canal.
Luego de más de cuatro horas para alcanzar el colector principal, se lograron ver los tubos plásticos que salen de las empresas. “Estas descargas en un canal pluvial son completamente irregulares. No tienen permiso de nadie para estar conectadas de esta manera”.
“Eso provoca que la infraestructura se vaya dañando, y luego tengamos un deterioro en un colector pluvial que no está para recibir este tipo de conexiones. Prácticamente lo rompen. Levantaremos un acta de fe de hechos con un notario (Javier Alejandro Macías Preciado, presente en el lugar) para levantar las denuncias penales”. Este medio trató de contactar a las empresas señaladas; una de ellas cortó la comunicación en cuanto se mencionó el motivo del llamado; las otras simplemente no contestaron.
LA CIFRA
139 plantas fuera de operación, y cuatro más con otro estatus
58 plantas dadas de baja por ser obsoletas
53 plantas en operación
CRÓNICA
Infraestructura muerta en Poncitlán
Hubo una vez una planta de tratamiento de aguas residuales en la cabecera municipal de Poncitlán. Ahora no hay nada. Así lo advierte un mensaje escrito en lodo sobre el vidrio de una ventana. Y es verdad. Ahí, lo único que queda son las ruinas y la evidencia del saqueo y de los meses de abandono.
La planta, que pertenece a la Comisión Estatal del Agua (CEA), limpiaba 39 litros de líquido residual por segundo. Eso es parte del pasado.
Desde hace cuatro años, el agua de drenaje que producen casi ocho mil habitantes de esa cabecera municipal se vierte directamente sobre el Río Santiago, acción que ha sido señalada por la Comisión de Derechos Humanos, instancia que emitió una recomendación al Ayuntamiento; sin embargo, nada se ha hecho.
El nuevo director de Servicios Públicos de Poncitlán, Eduardo Calzada Gutiérrez, conoce el señalamiento de la Comisión, y explica que la administración entrante conoce del problema y trabaja en resolverlo. Para probarlo, hoy el alcalde Víctor Carrillo Muñoz se reunirá con el titular de la CEA, César Coll Carabias.
La cita es para presentarle las condiciones de la infraestructura de saneamiento. Poncitlán tiene seis plantas limpiadoras (Poncitlán, San Juan Tecomatlán, San Pedro Itzicán, Cuitzeo, San Jacinto y Mezcala), de las cuales sólo una opera a 100 por ciento.
Las tratadoras operadas por la CEA son la de Poncitlán, que está en el abandono, y la de Cuitzeo. El resto está en manos del Ayuntamiento.
El municipio sólo puede presumir que la planta de Mezcala funciona a totalidad; sin embargo, el personal que opera el complejo no cuenta con el equipo necesario como botas y trajes. Pese a las carencias, ahí las cosas funcionan bien.
Esta planta, que tiene capacidad de limpiar ocho litros por segundo, trata el drenaje de la comunidad y conduce el agua limpia al lago en un tubo, lo que no ocurre en otros complejos operados por la CEA, como el de Jocotepec.
En Mezcala tampoco hay malos olores. Los operadores cuidan la unidad como profesionales, aunque no fueron a las universidades. Incluso ponen dinero de su salario para cuidar las instalaciones; un ejemplo es que compraron la gasolina para la podadora.
El responsable de esta tratadora, Rafael Pérez, afirma que el agua está 100% tratada e invita a probarla. Cuenta que un día un reportero le tomó la palabra, sin secuelas a su salud.
Entretanto, en la cabecera las fosas están cubiertas por hierbas que miden más de dos metros. Ahí los ladrones ya tomaron hasta los cables de energía eléctrica.
“Cuando llegamos ya estaba así”, explica el director de área, quien detalla que denunciar es imposible porque la tratadora no le pertenece al municipio.
Para recuperar las tratadoras, el Ayuntamiento requiere una cantidad que no tiene, pues entre sus prioridades está asegurar el pago de aguinaldos para sus empleados.
En estados como Guanajuato, Aguascalientes, Nuevo León, Chihuahua y San Luis Potosí, es la autoridad estatal quien se hace cargo del tratamiento del agua y del mantenimiento de las plantas que hay en municipios (descartando a las que operan empresas; ésas son privadas).
Tratar las aguas negras o residuales tiene como objetivo primordial recuperar los cuerpos de agua contaminados, y regresarles un estatus “cristalino”. En Jalisco; específicamente en el caso del Río Santiago, esto es totalmente posible, según la CEA, pero se requiere una gran cantidad de recursos, y además de la voluntad de las autoridades, el apoyo de empresas y ciudadanos para mantenerlos libres de descargas y basura.
Como ejemplos de esta posibilidad, la CEA cita los casos del Río Támesis, en Inglaterra, y el Río Tieté, en Brasil. Ambos, detalla, atraviesan procesos de saneamiento que hoy permiten constatar la presencia de peces, cuando hasta hace unos años eran “prácticamente drenajes”.
Formas de tratar el agua de saneamiento en Jalisco
Una revisión periódica a los ductos pluviales instalados en el corredor industrial de El Salto permitió detectar paso de agua, situación atípica en una fecha del año donde los episodios de lluvia son nulos. Por ello, la Comisión Estatal del Agua (CEA) arrojó microcámaras a los ductos para monitorearlos a detalle, lo que poco después verificó al menos cuatro puntos de descarga clandestina.
Tres empresas son las responsables. La dependencia estatal señala abiertamente a “IMI Electronic”, “Salzgitter Mannesmann” y “Vimifos”, como las que se conectaron al canal exclusivo para el paso de agua pluvial, lo que, de acuerdo con Héctor Castañeda Náñez, director de Cuencas y Sustentabilidad, es “completamente irregular”, por lo que a más tardar la semana entrante estarán levantando denuncias de consideración penal y ambiental contra quien resulte responsable.
En El Salto, un convenio signado con el Ayuntamiento da a la CEA el estatus de organismo operador. Por ello, la dependencia tiene autoridad para realizar los chequeos que ventilaron la irregularidad, y ayer efectuó un recorrido para ventilar las conexiones ilegales.
Durante los trabajos para demostrar la irregularidad, varios miembros de las empresas señaladas salieron para preguntar a la cuadrilla de trabajadores la razón por la que estaban perforando el suelo. El mensaje, en voz de Castañeda Náñez, “no es molestar a la industria”, pero sí dejar en claro que “quien se conecte (al canal de agua pluvial de la CEA) tendrá qué asumir las consecuencias”.
Verter los desechos residuales de las empresas va en detrimento de la vida útil del canal colector; según la autoridad, prácticamente le resta la mitad del tiempo. Por ello, de resolverse a su favor las denuncias interpuestas obligarán al responsable a reparar los daños tanto al concreto como a la infraestructura de la dependencia.
El problema no es nuevo. La CEA ha detectado que “prácticamente los 365 días del año se tiene descarga continua”, por lo que ayer por la tarde mostró las fotografías del interior, tomadas en octubre pasado, que corroboran las conexiones al canal.
Luego de más de cuatro horas para alcanzar el colector principal, se lograron ver los tubos plásticos que salen de las empresas. “Estas descargas en un canal pluvial son completamente irregulares. No tienen permiso de nadie para estar conectadas de esta manera”.
“Eso provoca que la infraestructura se vaya dañando, y luego tengamos un deterioro en un colector pluvial que no está para recibir este tipo de conexiones. Prácticamente lo rompen. Levantaremos un acta de fe de hechos con un notario (Javier Alejandro Macías Preciado, presente en el lugar) para levantar las denuncias penales”. Este medio trató de contactar a las empresas señaladas; una de ellas cortó la comunicación en cuanto se mencionó el motivo del llamado; las otras simplemente no contestaron.
LA CIFRA
139 plantas fuera de operación, y cuatro más con otro estatus
58 plantas dadas de baja por ser obsoletas
53 plantas en operación
CRÓNICA
Infraestructura muerta en Poncitlán
Hubo una vez una planta de tratamiento de aguas residuales en la cabecera municipal de Poncitlán. Ahora no hay nada. Así lo advierte un mensaje escrito en lodo sobre el vidrio de una ventana. Y es verdad. Ahí, lo único que queda son las ruinas y la evidencia del saqueo y de los meses de abandono.
La planta, que pertenece a la Comisión Estatal del Agua (CEA), limpiaba 39 litros de líquido residual por segundo. Eso es parte del pasado.
Desde hace cuatro años, el agua de drenaje que producen casi ocho mil habitantes de esa cabecera municipal se vierte directamente sobre el Río Santiago, acción que ha sido señalada por la Comisión de Derechos Humanos, instancia que emitió una recomendación al Ayuntamiento; sin embargo, nada se ha hecho.
El nuevo director de Servicios Públicos de Poncitlán, Eduardo Calzada Gutiérrez, conoce el señalamiento de la Comisión, y explica que la administración entrante conoce del problema y trabaja en resolverlo. Para probarlo, hoy el alcalde Víctor Carrillo Muñoz se reunirá con el titular de la CEA, César Coll Carabias.
La cita es para presentarle las condiciones de la infraestructura de saneamiento. Poncitlán tiene seis plantas limpiadoras (Poncitlán, San Juan Tecomatlán, San Pedro Itzicán, Cuitzeo, San Jacinto y Mezcala), de las cuales sólo una opera a 100 por ciento.
Las tratadoras operadas por la CEA son la de Poncitlán, que está en el abandono, y la de Cuitzeo. El resto está en manos del Ayuntamiento.
El municipio sólo puede presumir que la planta de Mezcala funciona a totalidad; sin embargo, el personal que opera el complejo no cuenta con el equipo necesario como botas y trajes. Pese a las carencias, ahí las cosas funcionan bien.
Esta planta, que tiene capacidad de limpiar ocho litros por segundo, trata el drenaje de la comunidad y conduce el agua limpia al lago en un tubo, lo que no ocurre en otros complejos operados por la CEA, como el de Jocotepec.
En Mezcala tampoco hay malos olores. Los operadores cuidan la unidad como profesionales, aunque no fueron a las universidades. Incluso ponen dinero de su salario para cuidar las instalaciones; un ejemplo es que compraron la gasolina para la podadora.
El responsable de esta tratadora, Rafael Pérez, afirma que el agua está 100% tratada e invita a probarla. Cuenta que un día un reportero le tomó la palabra, sin secuelas a su salud.
Entretanto, en la cabecera las fosas están cubiertas por hierbas que miden más de dos metros. Ahí los ladrones ya tomaron hasta los cables de energía eléctrica.
“Cuando llegamos ya estaba así”, explica el director de área, quien detalla que denunciar es imposible porque la tratadora no le pertenece al municipio.
Para recuperar las tratadoras, el Ayuntamiento requiere una cantidad que no tiene, pues entre sus prioridades está asegurar el pago de aguinaldos para sus empleados.
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