12.1.14

RIOS TOXICOS...

Alertan sobre rios contaminados
EMILY CORONA / Publicada el 12/01/2014 05:00:36 a.m.
 
 
Los ríos Lerma y Atoyac registran altas concentraciones de metales pesados y compuestos orgánicos volátiles vertidos por la industria, denunció Greenpeace.



En un estudio presentado ayer a bordo del barco Rainbow Warrior, que arribo por la mañana a este puerto, la organización ambientalista advierte además sobre la ineficacia de las plantas de tratamiento de aguas residuales que operan en las cuencas de ambos ríos.



Indica que la cuenca alta del río Lerma, en el Estado de México, es un caso emblemático de la contaminación de los ríos, pues concentra más de 500 plantas industriales de giros que van del textil al automotriz y que producen aguas residuales con sustancias químicas nocivas para la salud y el ambiente.



En tanto, agrega, la mayor parte del río Atoyac es altamente tóxica por las descargas industriales que recibe y representa un peligro severo para los 1.2 millones de personas que viven en sus proximidades.



Para el estudio, explica, se tomaron muestras de líquido sobre el cauce de los ríos y en zonas de descarga, así como de sedimentos. En ambos ríos se encontraron metales pesados como cadmio y cromo y 51 compuestos orgánicos volátiles.



En rueda de prensa en el barco, Sinaí Guevara, responsable de la Campaña de Tóxicos de Greenpeace, indicó que la instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales en las dos cuencas ha resultado una falsa solución, por la tecnología que usan y por su ubicación.



"En el caso del Atoyac se han hecho varias plantas de tratamiento en distintos puntos que no son los de las descargas industriales principales. Esto no resuelve el problema", remarcó.



Omar Arellano, integrante de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, comentó que las plantas de tratamiento fueron construidas en los años 70 y 80 y utilizan tecnologías obsoletas.



Además, indicó, las normas ambientales aplicables datan de mediados de los 90, cuando la situación ambiental era otra, y no han sido actualizadas.



El estudio presentado ayer por Greenpeace complementa el realizado en julio de 2012, en el que la organización reprochó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la falta de cumplimiento de las normas ambientales, así como la nula inspección, supervisión y sanción de las diversas industrias ubicadas en el río Santiago, en Jalisco, que descargan sustancias tóxicas.



Sofía Enciso, integrante de la organización Un Salto de Vida, del Salto Jalisco, narró cómo se lanzó la primera descarga de aguas residuales sobre el río Santiago en 1969, para luego terminar con más de 400 industrias en el municipio después de que fuera declarado con vocación industrial, en 1984.



"En los últimos 10 años nos hemos dado cuenta que no es sólo la perdida de flora y fauna, sino que nos hemos visto afectados a la salud, y ha aumentado la enfermedad y la muerte en las poblaciones", advirtió.

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